Desde el nacimiento hasta los 6 meses

Hola mundo.

Soy tu bebé. Tú eres todo para mí.
Ayúdame a que mi cuerpo, mi corazón y mi mente crezcan fuertes. Crezco mejor cuando:

Me cargas con contacto de piel a piel o me acurrucas. Así es como me siento más seguro.
Me sonríes y me hablas. Aprendo mucho de ti.
Me escuchas cuando yo te "hablo". Uso los sonidos y movimientos de mi cuerpo para avisarte que estoy hambriento, satisfecho, incómodo o simplemente cansado.

Lactancia materna

Tú tienes lo que necesito para crecer.

La leche materna es el alimento perfecto y es lo único que necesito para crecer y desarrollarme en mis primeros 6 meses.

Tiene todos los nutrientes necesarios para mantenerme saludable y no enfermarme.
Tu leche materna cambia a medida que yo crezco. Cuanto más me amamantes, más saludables estaremos ambos.

Habla con nuestro médico en caso de que solo me esté alimentando con lactancia materna para preguntarle si necesito vitamina D extra. Cuando esté por cumplir los 6 meses de edad, pregúntale si debo tomar algún suplemento de hierro.

Alimentación con fórmula

En caso de que beba fórmula, es importante mezclar los ingredientes de la manera correcta. Sigue las instrucciones para mezclarlos que figuran en el envase.

Si bebo fórmula en polvo, siempre añade primero el agua en el biberón y después la fórmula en polvo.

Usa siempre la cuchara que viene en la lata de la fórmula y asegúrate de llenarla hasta el nivel indicado.

Usa la fórmula para bebés ya preparada dentro de las 2 horas después de haberla retirado del refrigerador.

Una vez que empiece a alimentarme, desecha cualquier resto de fórmula del biberón después de que transcurra 1 hora.

Alimentación con biberón controlada

Ya sea que mi biberón contenga leche materna o fórmula, haz lo siguiente:

Comienza ofreciéndome solo una pequeña cantidad a la vez, de 2 a 3 onzas de leche materna o fórmula.

Deja que yo controle el ritmo al que bebo del biberón.

Confía en mí: yo sé cuándo estoy satisfecho. No me obligues a terminar el biberón.

Nunca calientes la leche materna o la fórmula en el microondas. Las partes calientes me pueden quemar la boca. ¡Ay! Mejor calienta mis biberones en agua caliente.

Para aprender más sobre la alimentación con biberón controlada, visita https://www.itsworthitct.org/uploads/7/6/2/7/76278053/breastfeeding_child_care_toolkit_mom_2-6-19.pdf

Necesito sentir contacto contigo

Cárgame mientras me alimentas.
Me siento seguro contigo y me encanta mirarte a la cara.

A veces, es posible que deje de alimentarme y me tome un descanso, aunque no esté satisfecho aún. Simplemente quiero descansar o compartir un momento especial contigo.

Ayúdame a mantenerme despierto mientras me alimentas. Por favor, no me dejes alimentarme con el biberón sostenido por algún objeto. Es posible que me ahogue o se me infecte el oído.

Necesito comer con frecuencia

Mi estómago es pequeño. Ya sea que me alimente con leche materna del pecho, o bien con leche materna extraída o fórmula en el biberón, mi pancita puede contener aproximadamente entre 2 y 3 onzas por vez. Por esta razón, me alimento con frecuencia. Yo haré mi trabajo bebiendo la cantidad que necesite para poder mantenerme saludable.

Desde el nacimiento hasta los 3 meses

Mi pancita puede contener aproximadamente entre 2 y 3 onzas por vez.

Voy a querer comer entre 8 y 12 veces en un período de 24 horas.

Aliméntame con una frecuencia de entre 1 hora y media y 3 horas.

Desde los 4 hasta los 6 meses

Mi pancita puede contener aproximadamente entre 4 y 6 onzas por vez.

Voy a querer comer entre 6 y 8 veces en un período de 24 horas.

Recuerda, todos los bebés son diferentes. Es posible que coma diferentes cantidades de un día a otro. A medida que mi estómago y yo crecemos, puede que coma con menos frecuencia. Sin embargo, cuando llega la hora de alimentarme puedo comer más cantidad.

Presta atención a mis gestos

Uso movimientos del cuerpo y hago ruidos para hacerte saber qué necesito. Si les prestas atención a estos gestos, puedes asistirme antes de que comience a llorar. Cuando estoy tranquilo, es mucho más fácil alimentarme.

Cuando comience a tener hambre, es posible que:

Me lleve las manos a la boca, o cerca de la boca
Mueva los brazos y las piernas
Haga sonidos de succión
Mueva la boca o la lengua
Gire la cabeza o busque el pezón (reflejo de búsqueda)

Cuando me sienta satisfecho, es posible que:

Succione más lento o deje de succionar
Relaje las manos y los brazos
Me aleje del pezón
Empuje para alejarme
Me quede dormido
Frunza el ceño, me moleste o patee si me sigues alimentando

Períodos de crecimiento repentino

A medida que crezco, es posible que mi rutina cambie y quiera comer y dormir, o bien parezca que estoy más inquieto de lo normal. Estos se denominan períodos de crecimiento repentino.

Todos los bebés son diferentes, pero mis períodos de crecimiento repentino pueden suceder cuando esté cerca de las siguientes edades:

Tu cuerpo también sabe qué necesito y producirá más leche para seguir el ritmo de mis períodos de crecimiento repentino. Cuanto más seguido me amamantes o te extraigas leche, más cantidad producirás.

Si demuestro que estoy hambriento después de que termines de alimentarme, ofréceme el pecho de nuevo. Si estoy tomando el biberón, ofréceme una o dos onzas más.

¡Juega conmigo!

Estoy listo para aprender de ti, de mí y del mundo donde vivimos. Quiero descubrir qué puede hacer mi cuerpo.

Cuando esté atento y relajado, acuéstame sobre una cobija en el piso. Quédate conmigo y mira cómo estiro las piernas, doy patadas y muevo los brazos. Los estoy fortaleciendo.

¡Jugar me ayuda a aprender, mejorar la coordinación, adquirir fuerza, explorar y formar un vínculo contigo!

Acuéstame boca abajo cuando jugamos.

¡Mira lo que puedo hacer!

Aprendo mejor cuando me siento feliz, querido y seguro.

Desde el nacimiento hasta los 3 meses

El mundo es nuevo para mí. Puede dar miedo. Quizá llore mucho al principio.

Llorar es mi manera de decirte que te necesito.
Cuando estamos en contacto de piel con piel, me calmo. Yo aprendo que tú me cuidas.
Cargarme en tus brazos no es malcriarme.

Debo aprender a distinguir el día de la noche.

Al principio, duermo, me despierto, como y vuelvo a dormir con frecuencia. Esto es normal y me ayuda a crecer.
Después de cumplir 3 meses, es posible que duerma períodos de tiempo más largos.
Sé paciente mientras aprendo.

Conozco tu voz.

Me gusta mirarte y aprender lo que haces.
Muéstrame cosas y cuéntame sobre ellas.

Desde los 4 hasta los 6 meses

Comienzo a acostumbrarme a una rutina.

Puedo dormir más tiempo por la noche.

Me estoy volviendo más fuerte y activo.

Puedo mantener la cabeza erguida.
Uso las manos para levantar cosas y llevármelas a la boca. Vigílame para que no me ahogue.
Reconozco mi nombre cuando lo dices.
¡Puedo balbucear ba-ba-ba!
Puedo reírme.
Juguemos a “¿Dónde está el bebé?” y “Tortillitas de manteca”.

Lee para mí.

Muéstrame las imágenes y cuéntame de qué se tratan.

Mantenme saludable y seguro.

Acuéstame siempre a dormir solo y boca arriba, ya sea en la cuna o en el corralito.

Podemos compartir la habitación, pero no la misma cama. Si una cobija, almohada o juguete me cubre la boca o la nariz, podría sofocarme.

Lávate las manos antes de prepararme la comida y alimentarme.

Después de comer, límpiame las encías con un paño húmedo, limpio y suave, en especial antes de dormir.

Espera a que cumpla aproximadamente 6 meses antes de ofrecerme alimentos sólidos. Necesito tiempo para desarrollar mi sistema inmunitario y fortalecer los músculos de la boca para comer y tragar alimentos de manera adecuada.
Si me dan alimentos sólidos antes de que éste listo, podría ahogarme o enfermarme.

NO permitas que ingiera estos alimentos hasta que cumpla al menos 1 año:

Leche de vaca u otras leches sin lactosa (como leche de soya o de almendras). Es muy difícil digerirlas para mí y pueden causarme problemas de salud.

Miel y alimentos hechos con miel. La miel puede contener bacterias que causan botulismo infantil o intoxicación alimentaria. Estas bacterias son inofensivas para los niños mayores y adultos.

Introducción de la mantequilla de maní

Si mi médico lo autoriza, déjame probar la mantequilla de maní cerca de los 6 meses de edad. Esto podría ayudar a prevenir una alergia a los maní cuando sea más grande.

A la mañana, mezcla una cucharadita de mantequilla de maní con leche materna o fórmula. Procura que la mezcla esté diluida y sea fácil de tragar.

Usa una cuchara para ofrecermeun poco del producto diluido.Espera 10 minutos y luego ofréceme más. Presta atencióna cualquier reacción que pueda aparecer en las siguientes 2 horas.